viernes, 30 de mayo de 2008

Abuelas de Plaza de Mayo recuperan al nieto número 90

 

 

La joven identificada es Laura Díaz, quien fue robada a sus padres, Silvia Dameri y Orlando Ruiz, cuando fueron secuestrados durante la última dictadura. Su apropiador, el ex prefecto Antonio Azic, está procesado y detenido.

por Agencias

Las Abuelas de Plaza de Mayo "restituyeron la identidad" a una hija de desaparecidos durante la dictadura militar argentina, con lo que suman 90 los jóvenes víctimas de la represión que logra hallar la asociación humanitaria.
La joven identificada es Laura Díaz, quien fue robada a sus padres, Silvia Dameri y Orlando Ruiz, cuando fueron secuestrados, informó hoy la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Por el robo y cambio de identidad de esta joven está procesado y detenido el ex prefecto Antonio Azic por orden de la jueza federal de Buenos Aires María Servini de Cubría, indicó.
Carlotto señaló a periodistas que en las próximas horas las Abuelas de Plaza de Mayo darán mayor información sobre este caso.
A raíz de una iniciativa de la asociación humanitaria, unos 3.300 jóvenes argentinos han acudido a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para investigar su procedencia en vista de que se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la dictadura militar (1976-1983).
De acuerdo con cifras oficiales, unas 18.000 personas desaparecieron en Argentina a manos de grupos paramilitares durante la dictadura, aunque las entidades de derechos humanos elevan la cifra de víctimas a 30.000.

Link permanente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/49653

jueves, 22 de mayo de 2008

“Ahora hay que juzgar a la patota que secuestraba y mataba gente”


El pedido es de Isabel de De Marinis, la madre de Lila, cuya desaparición durante la dictadura será la primera en ir a juicio en Mendoza. Luciano Menéndez, Dopazo y Tamer Yapur, en el banquillo.

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Javier Polvani
jpolvani@diariouno.net.ar

“El objetivo que tenemos ahora es que sean juzgado los 80 miembros de la patota que secuestraba y mataba a la gente. No hay ninguno procesado, solamente la cúpula. Para que haya justicia completa tienen que juzgar a la patota pero hasta ahora no hay ninguno procesado”.
La reflexión es de Isabel de De Marinis, quien a los 89 años va a cumplir 32 reclamando saber qué pasó con su hija Lila, quien fue secuestrada de la casa de sus padres por un grupo de tareas de la dictadura la madrugada del 3 de junio de 1976. Tres décadas más tarde, la causa instruida por el juez federal de Mendoza Walter Bento fue elevada a juicio oral.
El caso debe ser juzgado por el Tribunal Oral número 1 en fecha a consignar. Ayer, tras notificarse de la elevación a juicio y entrevistarse con Bento, Isabel habló en exclusiva con este diario, acompañada de su hija Lita, como en todas las instancias que atravesó desde el fatídico 1976.
Por la desaparición están acusados el general de división Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del III Cuerpo del Ejército; el teniente coronel Orlando Dopazo, del servicio de Inteligencia, y el coronel Tamer Yapur. Isabel pelea ahora por llegar al juicio de la patota que actuaba secuestrando personas en Mendoza y para evitar que el debate oral contra la cúpula sea retrasado para hacerlo junto con otras causas en las que están implicados los mismos acusados.
“Estoy muy contenta porque después de 32 años de espera, por fin parece que se va a hacer justicia”, comienza diciendo la mujer.
–¿Cuáles son sus expectativas?
–Espero que por lo menos condenen a los culpables. Para llegar a esto hemos caminado años. Aún en plena época del proceso yo fui a hablar con los represores, que me decían que ellos no sabían nada, que eran inocentes. Tamer Yapur me dijo que tal vez la habían llevado a Córdoba y que ellos no tenían nada que ver, que no les gustaba ver llorar a la gente.
–¿Yapur u otro militar reconoció que a su hija la tenían detenida?
–Yapur lo único que me dijo es que tal vez la habían llevado a Córdoba, no sé por qué me dijo eso.
–¿Yapur es el único de los imputados en la causa que habló con usted después del secuestro de su hija?
–Con Yapur hablé dos veces, después recorrí todos los lugares en los que había militares. Fui hasta la SIDE y me dijeron: ‘Acá no sabemos nada señora’. Me mandaron a las oficinas del Ejército en la calle 9 de Julio, pero fuimos un montón de veces y nunca nos dijeron nada.
–¿Cómo afectó a la familia?
–Nos cambió la vida... Yo creo que pude sobrevivir y empezar la lucha porque tenía a mi nieto (Lisandro), que ahora tiene 32 años. Lo último que supe de mi hija fue que alguien llamó por teléfono diciendo que no nos olvidáramos de darle la vacuna a Lisandro. No sé cómo hizo ella para conseguir que el hombre que llamó nos dijera eso.
–¿Qué recuerda de la noche del secuestro?
–Tocaron el timbre de la casa (Catamarca y Montecaseros), no bien abrió la puerta mi esposo entraron unos tipos encapuchados con pasamontañas y anteojos oscuros. A mi marido y a mí nos tomaron con bastante brusquedad, nos gritaban que nos diéramos vuelta, nos tiraron de boca en la cama y nos ataron las manos. Yo pude desatarme antes de que los tipos salieran del departamento, entonces me acerqué a la ventana y vi cuando cargaban a mi hija en un auto rojo, de atrás salían otros autos. Yo les grité barbaridades... Grité hijos de puta, degenerados, qué sé yo, todos los insultos que se me ocurrieron los grité.
–¿Cómo vio el trabajo de Bento?
–Me parece que fue bueno. Hace un mes me dijo que la causa no podía avanzar por las apelaciones de los represores. Me preocupa la posibilidad de que se retrase el juicio porque podría hacerse un megajuicio con todas las causas de la represión en Mendoza. Yo no quiero que eso pase, ya tengo 89 años y quiero ver cuando condenen a los represores que se robaron a mi hija.
–¿Hay algo pendiente?
–Que juzguen a la patota, no alcanza sólo con los jefes.

domingo, 18 de mayo de 2008

Repudiamos el ataque a la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo

ATACARON Y SAQUEARON LA CASA Y LA UPMPM
“DIJERON QUE ESTÁN ACTIVOS Y LO ESTÁN DEMOSTRANDO”
AFIRMÓ HEBE DE BONAFINI

En un acto de violencia y vandalismo, desconocidos ingresaron y destruyeron varias dependencias de la Casa de las Madres y de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. El episodio ocurrió durante la madrugada del domingo 11 de mayo. Los salvajes provocaron destrozos, revolvieron las oficinas de la Universidad, la Casa de las Madres, el despacho de Hebe de Bonafini y las dependencias administrativas, pero no se llevaron absolutamente nada. La modalidad del episodio demuestra que se trató de un innegable acto de amedrentamiento y amenazas contra las Madres.
Varias horas después de ocurrido el hecho, Hebe de Bonafini hizo la lectura política del repudiable episodio, al sostener que “yo creo que esto está claro. A mi hija le dijeron "estamos volviendo y las vamos a liquidar a tu madre y a vos". Y esto es lo que está ocurriendo porque, entraron a la Casa de las Madres, a Prensa Madres y al lugar de la Universidad. Rompieron todo, abrieron los cajones, violaron las cerraduras, rompieron las puertas, revolvieron todo y no se llevaron nada. Apenas algunos pesos que tenía en la oficina, un bolsito donde tengo el pañuelo con el que voy los jueves a la Plaza , un libreta con direcciones, muy pocas, pero nada más. Incluso en la oficina administrativa, ni siquiera se llevaron los cheques para pagar al personal de la radio y los dejaron tirados en el piso. Están activos. Yo digo que nos ofrecen de todo, nos ofrecen seguridad, nos ofrecen custodia, pero la mejor manera de cuidarnos es que los ministros, los secretarios, la policía investiguen y descubran quienes han sido capaces de hacer esto, si no, no sirve”.

 

NI UN PASO ATRÁS

LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA

miércoles, 7 de mayo de 2008

A la Cárcel: Saint Jean y Lamond Smart

Prisión para los jefes de Camps

Fueron arrestados el ex gobernador de facto bonaerense durante la dictadura, Ibérico Saint-Jean, y su ministro de Gobierno Jaime Lamond Smart. Lo dispuso el juez Arnaldo Corazza, en una causa iniciada por el secuestro de Jacobo Timerman.

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Saint-Jean era militar retirado al ser nombrado interventor. Smart, un abogado vinculado con el poder militar.

Por Laura Vales

El ex gobernador bonaerense de facto Ibérico Saint-Jean y su ministro de Gobierno Jaime Lamond Smart fueron detenidos por orden del juez federal Arnaldo Corazza por su presunta responsabilidad en el manejo de los centros clandestinos de detención que funcionaron en la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura. La causa fue iniciada por los hijos del periodista Jacobo Timerman, director del diario La Opinión, secuestrado en 1977 y cautivo en varios de esos centros clandestinos. El objetivo de la causa judicial es establecer la participación de estos civiles –la denuncia inicial incluye a otros seis– en los crímenes del terrorismo de Estado.

Página 12

Puthod sufrió otra intimidación

Después de haber sido secuestrado la semana pasada, Juan Puthod fue acosado en la calle y en un bar. Ahora decidió aceptar la custodia y pedirá que la Bonaerense se aparte del caso. Hoy se define si la pesquisa queda a cargo de la Justicia federal.

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Por Adriana Meyer

Juan Puthod volvió a ser víctima de una intimidación. Este sobreviviente de la dictadura, que preside la Casa de la Memoria de Zárate y estuvo secuestrado la semana pasada durante 28 horas, está convencido de que tocó algún nervio sensible del aún activo aparato represivo. “Algo está pasando, siempre hubo amenazas, pero no tanto como ahora, con tanto énfasis, están operando”, dijo Puthod a Página/12. El domingo fue seguido por desconocidos mientras compartía la jornada con su esposa y sus compañeros y decidió aceptar la custodia que le ofreció la fiscalía. Hoy podría definirse si la investigación de su secuestro queda finalmente radicada en la Justicia federal de Campana. Y Puthod sería recibido por el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, a quien le pedirá el apartamiento de la policía bonaerense de su caso.

La secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Sara Derotier de Cobacho, se entrevistará con el fiscal del caso, Martín Zocca, quien ya se declaró incompetente para seguir interviniendo. Así, la jueza de Garantías de Zárate-Campana Graciela Cione remitió el expediente a la Justicia federal de San Martín porque creyó que allí podría haber causas conexas, pero como esa jurisdicción lo rechazó, Zocca seguirá actuando hasta que se defina la competencia. De hecho, ayer volvió a realizar un rastrillaje en zonas donde Puthod podría haber estado cautivo. El lunes tomó nota de la nueva intimidación sufrida por Puthod y sus allegados y le asignó la custodia de un policía bonaerense de “traslado de personas”.

Página 12

sábado, 3 de mayo de 2008

Amenazas y resabios del terrorismo de estado

image Hace pocos días, el compañero Juan Evaristo Puthod fue secuestrado y estuvo por unas 27 horas desaparecido, por segunda vez. "Flaco, me dicen, vos no entendiste que la vida de ustedes está en nuestras manos. Vos morís [o] vivís en el momento en que nosotros queramos".

Secuestrado poco después del golpe militar de 1976, cuando tenía sólo 17 años, Puthod recorrió 7 centros clandestinos, sufrió torturas hasta en el día de su cumpleaños número 18, pasó una noche encerrado en un ataúd y hasta perdió un ojo por los tormentos que sufrió durante su cautiverio.

Denunció amenazas desde hace un año y medio y organiza para el 16 de mayo un acto de homenaje a los militantes montoneros Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, ejecutados por la dictadura, crimen que se atribuye, entre otros, al ex comisario y ex intendente de Escobar Luis Abelardo Patti, que ahora cumple prisión preventiva en el penal del partido bonaerense de Marcos Paz, acusado de otros crimenes de lesa humanidad.

Juan Puthod, trabajó en la investigación sobre el asesinato de Pereyra Rossi y Cambiasso, en "Crónica de un fusilamiento anunciado", que aborda el secuestro de los dirigentes el 14 de mayo de 1983 en el bar Magnum de la ciudad santafesina de Rosario y su asesinato dos horas más tarde en la localidad bonaerense de Zárate.

El acto estaba planificado realizarse el lunes 16 de mayo a las 11 en la ruta 9, kilómetro 103, y se pensaba instalar un monumento de "cuatro metros de base por tres metros de altura", según precisó el propio Puthod antes de desaparecer.

El ex subcomisario Patti, quien en la actualidad está detenido acusado por crímenes de lesa humanidad, afrontó un juicio por el asesinato, junto a otros dos policías, pero fue sobreseído. La causa original fue radicada en la justicia ordinaria en el Juzgado en lo Penal número 3 a cargo de Juan Carlos Marchetti, y se abrió otra en la justicia federal de San Nicolás, a cargo de Luis Hilario Milesi, quien -según organismos de derechos humanos- era suboficial mayor retirado del Ejército Argentino y ocupaba dicha judicatura desde el 24 de marzo de 1976.

El 4 de noviembre, la Cámara Segunda de Apelaciones de San Nicolás confirmó el sobreseimiento provisorio de los tres policías acusados y ratificó así el fallo dictado previamente por el juez Marchetti, y el tribunal consignó en su fallo que los testigos fueron modificando sus dichos originales.

"Uno de los fiscales, (Juan Francisco) Murray, quiere reabrir las causas pero el juez (Carlos) Villafuerte Ruzo se hace el tonto y todavía no la abre", sostuvo Puthod.

El militante de derechos humanos afirmó que "no es casual" la gran cantidad de secuestros y asesinatos en la región de Zárate-Campana al sostener que "era una zona muy revolucionaria y de mucha militancia", y ejemplificó la situación al señalar que "en Zárate existen 250 desaparecidos y en Campana 236".

A ello se suma la reciente amenaza a Hebe de Bonafini, en el domicilio de su hija Alejandra. "Aproximadamente a las 4 y media de la mañana, fueron a la casa de mi hija a amenazarla de muerte a ella y a mi, le dijeron que van a volver que ya estaban hartos. Y esta mañana en la puerta de la casa de Alejandra había dos tipos, uno pelado con anteojos y otro en un auto con vidrios polarizados. Yo creo que todo lo que hagamos les va a molestar y la forma de atacarme es atacando a mi hija y a la casa de mi hija", denunció Bonafini.

Tenemos perfectamente claro que el aparato represivo de la dictadura se encuentra enquistado en el Estado, y tiene capacidad para operar, y de hecho secuestrar como lo hizo con Jorge Julio López, Gerez y ahora Puthod.

Hoy que se reactivan los juicios y existe la posibilidad real y cierta de que los genocidas vayan presos, estos grupos, que han conseguido mantenerse dentro de los recovecos del Estado y los aparatos de seguridad, con su ideología enferma de odio intacta, deciden emerger de sus escondites y aún bajo la protección del anonimato, amenazar a nuestros amigos y compañeros. Sus actos de cobardía no conseguirán detener este proceso de conclusión de la impunidad con la que han contado durante estos 32 años. Nada ni nadie va a parar los juicios. Vamos a obtener las condenas.

A donde vayan los iremos a buscar